To maintain excellent oral health, it's essential to visit the dentist twice a year. During these visits, your dentist will give you feedback—some good, some bad. To help you improve, we’ve compiled a list of 20 things your dentist wishes you’d stop doing. From avoiding certain foods to improving habits during dental visits, these tips will help ensure a healthy smile.
Chewing on non-edible objects like pens, pencils, or ice puts unnecessary stress on your teeth, damaging the enamel and risking fractures. Your enamel is strong but not designed to handle these items, so avoiding them will prevent costly repairs.
Dentists can tell if you’re not brushing and flossing regularly. Instead of pretending, be honest about your habits. This allows your dentist to offer helpful advice without feeling disrespected.
Failing to complete a prescribed course of antibiotics or medication is dangerous. You risk leaving bacteria in your system. Always follow your dentist’s advice to the letter, even if you start feeling better.
Your tongue harbors a lot of bacteria. Cleaning it daily with a toothbrush or tongue scraper helps prevent bad breath, gum disease, and cavities.
Nighttime brushing is crucial because it removes the day's buildup of food particles and plaque. Skipping it can lead to cavities and gum disease, as bacteria thrive while you sleep.
Skipping your biannual dental check-ups means missing preventive care that could catch issues early. Regular visits save you from bigger, more painful, and more expensive treatments later.
Flossing cleans areas that brushing alone can’t reach, reducing the risk of gum disease and tooth decay. It’s a small habit that makes a big difference in your oral health.
Sugary and acidic foods increase the risk of tooth decay. Choose healthier snacks like nuts and vegetables, and always brush your teeth after consuming sugary treats.
Don’t hide dental pain or discomfort. Sharing your symptoms helps your dentist diagnose and treat problems early before they worsen.
Being late disrupts the schedule and can reduce the time your dentist has to focus on your care. Arriving a few minutes early shows respect and ensures thorough treatment.
DIY whitening kits can harm your enamel and gums. Professional treatments are safer and more effective. Trust your dentist to help you achieve a bright smile without risking damage.
Dental X-rays provide crucial insights into areas your dentist can’t see, such as inside your teeth or below the gums. They are safe and necessary for accurate diagnosis and treatment.
Your overall health impacts your dental care. Conditions like high blood pressure or medications you take can affect your treatment. Being open about your health helps your dentist provide the best care possible.
While refreshing, lemon water is highly acidic and erodes enamel, leading to cavities and tooth sensitivity. Stick to plain water to protect your teeth.
Talking or texting during a dental procedure is distracting and can be dangerous. Focus on the care you're receiving and let your dentist work without interruptions.
While sugar-free gum can reduce acidity in your mouth, it’s no substitute for brushing and flossing. Use it as a supplement, not a replacement, for your dental routine.
Electric toothbrushes apply consistent pressure and often come with timers to ensure you brush for the full recommended two minutes. This makes them more effective than manual brushes.
Coffee stains teeth and is highly acidic, wearing down enamel over time. Cutting back can help preserve your teeth's color and strength.
If you project fear or anxiety onto your children during their dental visits, it makes the experience harder for them. Trust the dentist to handle their care calmly and confidently.
Stick to dentist-recommended toothpaste instead of following fads like charcoal powder or oil pulling, which can harm your teeth. Tried-and-true methods are always the safest.
By avoiding these habits, you’ll improve your dental health and make your next visit a positive one. Remember, a great smile starts with small, consistent efforts.
Para mantener una excelente salud bucal, es esencial visitar al dentista dos veces al año. Durante estas visitas, tu dentista te dará comentarios—algunos buenos, otros no tanto. Para ayudarte a mejorar, hemos recopilado una lista de 20 cosas que tu dentista desearía que dejaras de hacer. Desde evitar ciertos alimentos hasta mejorar los hábitos durante las visitas al dentista, estos consejos te ayudarán a asegurar una sonrisa saludable.
Masticar objetos no comestibles como bolígrafos, lápices o hielo pone un estrés innecesario en tus dientes, dañando el esmalte y aumentando el riesgo de fracturas. Tu esmalte es fuerte, pero no está diseñado para manejar estos objetos, así que evitarlos prevendrá reparaciones costosas.
Los dentistas pueden notar si no te cepillas ni usas hilo dental con regularidad. En lugar de fingir, sé honesto sobre tus hábitos. Esto permitirá que tu dentista te ofrezca consejos útiles sin sentirse irrespetado.
No completar un tratamiento con antibióticos o medicamentos recetados es peligroso. Corres el riesgo de dejar bacterias en tu sistema. Siempre sigue al pie de la letra las indicaciones de tu dentista, incluso si comienzas a sentirte mejor.
Tu lengua alberga muchas bacterias. Limpiarla diariamente con un cepillo de dientes o un limpiador de lengua ayuda a prevenir el mal aliento, las enfermedades de las encías y las caries.
El cepillado nocturno es crucial porque elimina la acumulación de partículas de alimentos y placa del día. Omitirlo puede llevar a caries y enfermedades de las encías, ya que las bacterias prosperan mientras duermes.
Faltar a tus chequeos dentales semestrales significa perder la atención preventiva que podría detectar problemas a tiempo. Las visitas regulares te ahorran tratamientos más grandes, dolorosos y costosos en el futuro.
El uso del hilo dental limpia áreas que el cepillado por sí solo no puede alcanzar, reduciendo el riesgo de enfermedades de las encías y caries. Es un hábito pequeño que marca una gran diferencia en tu salud bucal.
Los alimentos azucarados y ácidos aumentan el riesgo de caries. Opta por snacks más saludables como nueces y vegetales, y siempre cepíllate los dientes después de consumir dulces.
No ocultes el dolor o malestar dental. Compartir tus síntomas ayuda a tu dentista a diagnosticar y tratar los problemas antes de que empeoren.
Llegar tarde interrumpe el horario y puede reducir el tiempo que tu dentista tiene para concentrarse en tu atención. Llegar unos minutos antes muestra respeto y asegura un tratamiento completo.
Los kits de blanqueamiento DIY pueden dañar tu esmalte y encías. Los tratamientos profesionales son más seguros y efectivos. Confía en tu dentista para lograr una sonrisa brillante sin riesgo de daño.
Las radiografías dentales proporcionan información crucial sobre áreas que tu dentista no puede ver, como el interior de los dientes o debajo de las encías. Son seguras y necesarias para un diagnóstico y tratamiento precisos.
Tu salud general impacta tu atención dental. Condiciones como la hipertensión o los medicamentos que tomas pueden afectar tu tratamiento. Ser transparente sobre tu salud ayuda a tu dentista a brindarte la mejor atención posible.
Aunque refrescante, el agua con limón es muy ácida y erosiona el esmalte, lo que provoca caries y sensibilidad dental. Elige agua simple para proteger tus dientes.
Hablar o enviar mensajes durante un procedimiento dental es una distracción y puede ser peligroso. Enfócate en la atención que estás recibiendo y permite que tu dentista trabaje sin interrupciones.
Aunque el chicle sin azúcar puede reducir la acidez en tu boca, no sustituye el cepillado y el uso del hilo dental. Úsalo como un complemento, no como un reemplazo, en tu rutina dental.
Los cepillos eléctricos aplican presión constante y, a menudo, vienen con temporizadores para asegurar que te cepilles durante los dos minutos recomendados. Esto los hace más efectivos que los cepillos manuales.
El café mancha los dientes y es muy ácido, desgastando el esmalte con el tiempo. Reducir su consumo ayudará a preservar el color y la fuerza de tus dientes.
Si proyectas miedo o ansiedad hacia tus hijos durante sus visitas al dentista, harás que la experiencia sea más difícil para ellos. Confía en que el dentista manejará su cuidado de manera tranquila y confiada.
Usa la pasta de dientes recomendada por el dentista en lugar de seguir modas como el polvo de carbón o el enjuague con aceite, que pueden dañar tus dientes. Los métodos probados siempre son los más seguros.
Al evitar estos hábitos, mejorarás tu salud dental y harás que tu próxima visita sea positiva. Recuerda, una gran sonrisa comienza con pequeños esfuerzos constantes.